Un adiós a Horacio Ferrer en Cabra digital

He aquí un pequeño homenaje, publicado en Cabradigital.es, para un gran poeta que se relaciona con el tango: Horacio Ferrer.

http://www.cabradigital.es/?act=articulo&c=01&e=23&id=20141222112454

UN ADIÓS A HORACIO FERRER

(c) Manuel Guerrero Cabrera

 

Este lunes me desayuné la noticia de que se nos había ido al otro lado del charco Horacio Ferrer, el gran poeta del tango moderno, el renovador literario de la letra de lo que en lo musical fue Ástor Piazzolla. Como él mismo había anunciado en Balada para mi muerte: murió en Buenos Aires y guardó mansamente las cosas de vivir.

Horacio Ferrer escribió varios ensayos sobre el tango y su historia, aunque él formara parte de ella, desde que en 1969 hiciera famosa la Balada para un loco, cuya popularidad hizo que la encrucijada entre la Avenida Corrientes y la de Callao en Buenos Aires pasara a llamarse Esquina Horacio Ferrer, al mencionarla en sus versos:

 ¿No ves que va la luna rodando por Callao?

 Desde que Homero Expósito tratara la sorpresa como un gorrión atravesado por un arco de violín o la dulzura en el color de los ojos de azúcar quemada, el tango tenía muy difícil hallar otro autor de atrevidas metáforas, que fuera un paso más allá de lo esperado para una canción de origen popular. Horacio despliega sus alas literarias en un vuelo audaz que nunca pasó ni pasará inadvertido, como demuestran estas imágenes extraídas de sus composiciones:

 Cuando anochezca en tu porteña soledad,

por la ribera de tu sábana vendré

con un poema y un trombón

a desvelarte el corazón.

[…]
Como un acróbata demente saltaré,

sobre el abismo de tu escote hasta sentir

que enloquecí tu corazón de libertad…

(Balada para un loco, 1969)

 

Te vas toda de párpado sin ojo,

(El amor imposible, 1983)

 

Si la luna brilla

sobre la parrilla,

come luna y pan de hollín.

(Chiquilín de Bachín, 1968)

 

Mi loco bandoneón,

ladrón de sombras de mujer,

tu nácar se robó

las lunas que no están.

(Mi loco bandoneón, 1981)

 

Horacio fue renovador y consciente de sus desafíos; entre los que destaco la serie de homenajes que realizó a escritores, cantores o directores. Así, la Milonga para Borges deja clara su admiración:

 Por calles de Buenos Aires

provocará el laberinto

del amor y los cabales

mitos di sueño argentino.

 Y la amistad con el Polaco, con esa gran voz que fue Roberto Goyeneche, que cantó, al igual que le pasa a Joaquín Sabina, hasta cuando la «arena» no se lo permite:

 Porteño, flaco y rubio, te dicen El Polaco.

Tal vez fuiste morocho y el alba te peinó

con lágrimas de luna, muy niño, en aquel patio,

dolor que en una orquesta de mirlos debutó.

 

E, incluso, escribió este tango para Woody Allen:

 Woody Allen, quiero verte en Buenos Aires,

ruso piola y atorrante de Manhattan,

con tu cara de gilastro,

y tu corazón en llamas,

te veo por Corrientes palpitando

nostalgias que hacen mal, pero son lindas:

Buenos Aires, viejo Woody, es una mina

de la que ya never more escaparás.

 

Hasta siempre, don Horacio Ferrer. Espero que al final los verbos en futuro de lo que escribiste en «Balada para mi muerte» se hayan cumplido en el perfecto pasado de tu querencia:

 Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,

mi penúltimo whisky quedará sin beber,

llegará, tangamente, mi muerte enamorada.

A la memoria de José Delgado en Cabra digital

Publicado en Cabradigital.es el 30 de junio de 2014. 
http://www.cabradigital.es/?act=articulo&c=01&e=23&id=20140630192506
No puedo dejar pasar un día más sin expresar mi duelo por la muerte de don José Delgado, director del diario Surdecordoba.com, quien fue el primero en darme la oportunidad de publicar regularmente en un diario digital, en octubre de 2010 y con la sugerencia de qué tenían en común Lucena y Cabra. Pepe, que así le llamaba siempre, me había hablado alguna vez de lo bueno y lo malo de Surdecordoba; cuestiones que hoy, en su ausencia, constituyen un buen recuerdo, lo que entonces interpretaba como una mala parte de este trabajo; así le ocurría como a un colaborador que solamente le hacía crónicas de los partidos de fútbol si su equipo ganaba, la crítica por parte de algunos egabrenses de que la sección de noticias de Lucena estuviera encima de la de Cabra, la negativa del gabinete jurídico de una web de temática semanasantera a realizar un intercambio de información y publicidad simbiótica tras el consentimiento verbal de los responsables de dicha web, e, incluso, una anécdota de copiado sobre la publicación de una reseña de mi libro El fuego que no se extingue. Pero, en especial, el espíritu de Pepe Delgado quedaba constatado en el modo de conseguir la información desde varios puntos de vista y de todos los rincones del sur de Córdoba; lo primero, tal y como él me decía, «somos el único diario que contiene en la opinión todas las posturas ideológicas posibles: desde lo más izquierdo de la izquierda a lo que hay más allá de la derecha»; lo segundo, en la intención de encontrar corresponsales y colaboradores, no solamente en Lucena, Cabra o Priego, sino también en Rute, Iznájar, Palenciana, Benamejí, etc. 
Me hubiera gustado agradecerle una vez más su confianza en mí y en la guía de la Semana Santa de Lucena, la difusión de las actividades de la Asociación Cultural Naufragio y, en especial, los cafés sobre sus pregones de la Semana Santa de Cabra, así como su pasión por la Virgen de la Soledad. Me apena profundamente saber que ningún Sábado Santo más me encontraré con él a las once de la mañana en la puerta de la Parroquia de los Remedios.
La web de Surdecordoba.com sigue de duelo y, como mis palabras, muerde una pena que me recuerda a aquel tango que, en un guiño parece inspirarse en las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique:
¿Tras de qué sueños volaron?
¿En qué estrellas andarán?
Las voces que ayer llegaron
y pasaron, y callaron,
¿dónde están?
Porque todo es ausencia y adiós, dedico aquel primer artículo a la memoria de don José Delgado, Pepe, director de Surdecordoba.com, que, como pocos, supo entender que lo que une a nuestros pueblos de la Subbética es que somos del sur de Córdoba.

Pincha aquí para leer la primera colaboración en Surdecordoba.com

https://manuelguca.wordpress.com/2010/11/13/picadas-primera-colaboracion-en-surdecordoba-com/
Manuel Guerrero Cabrera

400 años de las Rimas Sacras de Lope de Vega en Cabra digital

Este tiempo de Cuaresma es un buen momento para dedicar un momento a leer algunos poemas de temática religiosa. De los autores de nuestro Siglo de Oro, es Lope de Vega (Madrid, 1562–1635) uno de los más conocidos y prolíficos, tanto que no es necesario presentarlo. En este artículo nos centramos en las Rimas sacras, que publicó en Madrid en 1614 agrupando poemas escritos en años anteriores, y que constituyen uno de los volúmenes de poesía religiosa más importante y notable del siglo XVII. No fueron estas Rimas la primera ocasión en que escribió poesía con esta temática, pues dos años antes dio a luz unos Soliloquios, «cuatro poemas llenos de congoja y arrepentimiento por su vida pasada», en palabras de José Manuel Blecua. Estos Soliloquios son fruto de una crisis espiritual, que se hace más profunda con la muerte de su hijo Carlos Félix, de unos siete años, en los meses finales de 1612, y el fallecimiento de su esposa Juana de Guardo en 1613 al dar a luz a una niña, por lo que ingresa en la Orden Terciaria Franciscana el 24 de mayo de 1614.
Todas estas circunstancias vitales acabarán reflejándose en las Rimas sacras, en las que «todo lo que fue entrañable y apasionada poesía amorosa, se convierte ahora en poesía a lo divino, por decirlo así», según Blecua. Junto a poemas sobre santos, fiestas y de forma popular, destacan algunos sonetos, muy conocidos, de indudable calidad y que pueden considerarse cumbre de la poesía religiosa española.
El crítico Francisco Díez de Revenga analiza de forma general la genialidad de los sonetos:
 
Lope llega a la expresión poética de su religiosidad desde límites de un gran sentido estético. Se refuerza este con la pureza y verdad de las imágenes, con el admirable acorde de los endecasílabos (algunos, como «verás con cuánto amor llamar porfía», intentando reproducir con los acentos el insistente sonido de la llamada), y sobre todo con la admirable condensación expresiva y con una precisa coordinación estructural. […] El contraste y el desengaño dominan plenamente el contenido y la forma de estas magistrales composiciones poéticas.
 
Entre ellos están aquellos que comienzan «Pastor, que con tus silbos amorosos», «No sabe qué es amor quien no te ama», «¿Qué ceguedad me trujo a tantos daños?» y «¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?». Este último, de gran belleza y genial ejecución, se articula en torno a una idea de San Agustín («Y he aquí que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no lo estaba contigo»):
 
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? 
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, 
que a mi puerta, cubierto de rocío, 
pasas las noches del invierno escuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, 
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío, 
si de mi ingratitud el hielo frío 
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía: 
«Alma, asómate ahora a la ventana, 
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana, 
«Mañana le abriremos», respondía, 
para lo mismo responder mañana!
 
Pero, si hemos de destacar una composición del libro, es la canción «A la muerte de Carlos Félix», una elegía que dedicó a su hijo fallecido. El gran crítico José Fernández Montesinos refiere de este poema: «admirables son esas marmóreas estrofas del comienzo, de tan grave música, sobria expresión de dolor y resignación, […] su poesía gana en hondura y en emoción, cuando expresa pasiones, sentimientos, dolores reales».  Así, lo mejor de esta elegía son los versos de recuerdo, en los que el autor mantiene vivos los pajarillos, los árboles, etc. que reunía para su hijo, «y más aún cuando traslada sus palabras al ámbito celestial, por cuyos campos goza su hijo de un paraíso infantil», en palabras de Díez de Revenga.
 
Yo para vos los pajarillos nuevos,
diversos en el canto y las colores,
encerraba, gozoso de alegraros;
yo plantaba los fértiles renuevos
de los árboles verdes, yo las flores,
en quien mejor pudiera contemplaros, […]
 
¡Oh, qué divinos pájaros agora,
Carlos, gozáis, que con pintadas alas
discurren por los campos celestiales
en el jardín eterno, que atesora
por cuadros ricos de doradas salas
más hermosos jacintos orientales,
adonde a los mortales
ojos la luz excede!
 
Después de las Rimas sacras y dejando a un lado la producción teatral, Lope publicará nuevamente temática religiosa en los Triunfos divinos con otras rimas sacras (1625), en relación con los Trionfi de Tetrarca, pero llevando a cabo una defensa de la religión católica; entre las «otras rimas sacras», destacan los sonetos, como el que comienza «Humilla al sol la coronada frente». También encontramos dentro de las Rimas humanas y divinas del Licenciado Tomé de Burguillos un curioso y brillante poema de expresión popular «Al nacimiento de Nuestro Señor».
Cerramos este artículo con unos versos de las Rimas sacras, que cuatrocientos años después, siguen llegándonos con la misma fuerza poética de la primera vez que vieron la luz; no sólo porque pertenezcan a uno de nuestros grandes escritores, Lope de Vega, sino también porque poseen hondo lirismo y profunda fe.
 
Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?
 
 
BIBLIOGRAFÍA:
BLECUA, José Manuel (1970): Sobre la poesía de la Edad de Oro (Ensayos y notas eruditas). Gredos.
FERNÁNDEZ MONTESINOS, José (1967): Estudios sobre Lope. Anaya.
VEGA, Lope de (1997): Antología poética. Edición y notas de Francisco Díez de Revenga. Orbis.
VEGA, Lope de (2001): Lírica. Selección, introducción y notas de José Manuel Blecua. Castalia.

La vida no vale nada. A José Alfredo Jiménez en Cabra digital y Lucena información

El pasado 23 de noviembre se cumplieron cuarenta años de la muerte de José Alfredo Jiménez (1926-1973). Este hombre fue, y sigue siendo, un poeta muy popular y no iría desencaminado si afirmara que pervive más su obra que su nombre en el cancionero hispano. ¿Quién no reconoce «El rey» y ha cantado lo mejor posible alguna de sus estrofas?
 
Una piedra en el camino
me enseñó que mi destino
era rodar y rodar.
(Rodar y rodar,
rodar y rodar).
 
También escribió la muy conocida «Si nos dejan», aunque resulte menos interesante que la citada «El rey» o la más que sugerente «Amanecí en tus brazos»:
 
Yo me volví a meter
entre tus brazos,
tú me querías decir
no sé qué cosas,
pero callé tu boca con mis besos
y así pasaron muchas, muchas horas…
 
De ahí que ahora se comprenda mejor que lo conocemos más por su obra que por su propio nombre. Lo curioso es que, después de impresionarnos con sus letras, José Alfredo solicitara que su epitafio fuera «La vida no vale nada», sentencia que empleó al comienzo de «Camino de Guanajuato» y que es el título de una recientemente estrenada obra de teatro inspirada en su vida y en sus composiciones. ¿De verdad que la vida no vale nada después de «El rey», si al término de escucharla –preferentemente en su voz o en la de grandes como Chavela Vargas–, podemos decir con Pablo Neruda que «nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos»?
Pero, por supuesto, ante la realidad que nos rodea o la que nos acercan los medios, con la corrupción que devasta las ilusiones y principios democráticos, con la justicia que parece carecer de sentido común, y con la política que asegura hablar de una realidad que no percibimos, este claro mensaje-epitafio de José Alfredo tiene sentido.
Si consideramos señales decadentes lo anteriormente mencionado, hallamos otra musical: la vida no vale nada al enterarnos de que la casa Pleyel, el fabricante de pianos más antiguo, cierra. Evidentemente, José Alfredo no tocó ninguno –pues no sabía tocar ningún instrumento–, pero sí lo hicieron grandes músicos como Ravel, Manuel de Falla o Chopin, quien hizo famosa a la casa; incluso en Mallorca, en el monasterio de Valdemosa, en la celda 4, hay un piano que se dijo que había tocado el músico polaco, aunque, al parecer, no sea así –esta es otra historia. Pleyel, que está considerada como una Empresa de Patrimonio Vivo, según el gobierno francés, no puede soportar los precios bajos de los pianos asiáticos. La desaparición de Pleyel nos demuestra que, en verdad, la vida no vale nada y que lo que la hace valiosa, como la música que sale de nosotros, tarde o temprano, pasará y se perderá para siempre. Al igual que le ocurría al jinete de la canción homónima de José Alfredo:
 Por eso lleva una herida,
por eso busca la muerte.

Contra el tiempo improductivo en Cabra digital

Después de más de una treintena de años, aunque sienta, como en el tango, que ha sido un soplo este trayecto de vida, me pregunto cómo he llegado hasta hoy con un horario tan improductivo y unas costumbres ociosas y negociosas irracionales, en palabras de algunos miembros de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización. Quizá sea porque soy de la opinión de San Juan Bosco: «Una hora ganada al amanecer es un tesoro por la tarde», o, porque el ser humano, además de inconsolable, como dijo Saramago, crédulo, según don Manuel Alcántara, y de memoria frágil, que deducen los comentaristas de fútbol, es animal de costumbres. Nos acostumbramos a que todo pasa y a que todo queda.
La citada Comisión, presidida por el empresario Ignacio Buqueras, que ya lleva algunos años incidiendo en este asunto, y a quien en esta ocasión se le ha dado mayor presencia en los medios al aprobarse un informe en el Congreso, pretende acabar con lo que él denomina acertadamente «presentismo», algo tan típicamente español: estar por estar y, a ser posible, que parezca que estamos más tiempo en el trabajo. Pero, en verdad, no por esto se rinde más y se considera que el principal motivo de este contraste es que estamos en un huso horario diferente al que nos corresponde.
Muy de acuerdo con estas consideraciones y de que serán beneficiosas para el trabajador y para la empresa, mi pensamiento no puede evitar caer en la duda de que no se abuse, pues, acostumbrados a nuestros extensos horarios actuales y ganada una hora al día, ¿cómo se hará un ajuste efectivo? Y es que la Comisión habla de consecuencias, la mayoría favorables (puntualidad, más horas de sueño, eficiencia, jornadas más cortas que las actuales, horarios flexibles, conciliación laboral y familiar, etc.), pero nada de cómo llevarlo a cabo en la práctica, pues cambiar de huso horario es algo insólito como medida laboral. Y cambiar de costumbres al español no es tarea precisamente fácil.
A la larga serán los venideros los beneficiados de este cambio. Mientras tanto, parafraseando a Shakespeare, yo prefiero no malgastar el tiempo, aunque soy consciente de que después el tiempo me malgastará a mí.

Burocracia contra juventud. Artículo en Cabra digital

uando pensábamos que en materia de empleo para la juventud, el Gobierno imitaba al místico, dejando su cuidado, entre las azucenas olvidado; descubrimos que el descuido de este asunto está relacionado con la burocracia, que, según Oscar Wilde, se expande para satisfacer las necesidades de una burocracia en expansión, es decir, que la burocracia existe para que haya más burocracia, como lo demuestra que en octubre del año pasado se creara una comisión, dividida en varias subcomisiones, para formar un consejo el pasado enero que decidirá qué consejos asesores se eliminarán, según uno de los diarios de la prensa nacional.
La iniciativa Tu primer empleo procedía de Bruselas el pasado año y ofreció un millón de euros a nuestro país para poner en marcha un programa piloto destinado a medio millar de jóvenes españoles en paro, aunque el empleo habrían de buscarlo en el extranjero con ese dinero. Sin embargo, mientras que Bruselas aportaba 950.000 euros (95%), España únicamente pondría 50.000 (5%) y aquí actuó la burocracia… Bruselas dio su parte antes del verano y España, alegando inconvenientes –acompañados del epíteto «burocráticos»– con Hacienda, no puso la suya hasta diciembre, por lo que, pese a que el programa se preparó para 2012 y 2013, en lo referente al año pasado apenas pudo aprovecharse tres semanas. El resultado final es que la juventud es la perjudicada, al disponer de menos tiempo para llevar a cabo la iniciativa referida.
No parece haberle sucedido igual a la denominada «Garantía Juvenil», que se aprobó el último día de febrero por el Consejo de Ministros de Empleo de la UE, con la que se establece que toda persona europea menor de 26 años DEBE tener acceso a un trabajo o formación tras terminar sus estudios, con la opción de optar a fondos comunitarios, según la situación del paro juvenil del país. Esta idea se inspira en modelos nórdicos y, según afirma la ministra Fátima Báñez, ya se ha puesto en marcha en España, que tiene cerca de un 56% de jóvenes en paro, con la aprobación de más de cincuenta medidas para ello. Esperemos que, junto a las empresas, se beneficien los jóvenes que consigan un empleo.
Para finalizar con un contrapunto, al hilo de la cita anterior de Oscar Wilde, animemos el afán del Gobierno de crear consejos en el que se incorporen jóvenes en paro. Al menos, una vez más, resultará beneficiada la burocracia.

A la vejez, Internet. Artículo en Cabra digital

El maestro don Manuel Alcántara, que el pasado 10 de enero cumplió 85 años –como él mismo diría– de residencia en la tierra, comentó hace ya bastante tiempo que se considera su generación, la de los niños de la guerra, la que «comió a salto de mata y muchas veces comió las matas propiamente dichas», es la que ha aumentado la esperanza de vida. Esta generación y la que le sigue son quienes hoy han incrementado más el uso diario de Internet, según se desprende del informe La sociedad de la información en España 2012 de Telefónica. Aunque los jóvenes siguen siendo el grupo mayoritario, ha sido concretamente el grupo de edad entre 55 y 64 años el que ha crecido seis puntos respecto a 2011. Resulta muy llamativo que muchas personas que tuvieron una infancia de juego en la calle y en las plazas, y no todos los juguetes ni los medios para ello, hoy prefieran la red y, en especial, las de tipo social como Facebook o Twitter. Insisto: resulta muy llamativo que, aunque la edad no les permite volver a jugar a las plazas, se prefiera la comunicación por Internet a un momento de coloquio o de chat al modo tradicional con amistades y paisanos. Bien parece que la crisis no ha sido ningún obstáculo para que se haya intensificado el uso de las redes sociales en la vida de los españoles.
Si así es el proceder de quienes vivieron la Posguerra, hoy que los niños y los jóvenes apenas juegan en la calle y disponen de juguetes y de teléfonos móviles variopintos, ¿cómo se comunicarán cuando alcancen la adultez y la senectud? ¿Qué tipo de tecnología se creará y conocerán? Espero que la juventud de hoy tenga en cuenta para el futuro esta cita del historiador Arnold J. Toynbee:
La tecnología es una fuerza moralmente neutral. Es capaz de convertir la superficie del planeta en un matadero, pero también puede convertirla en un vecindario. (…) Suponiendo que hemos decidido estar del lado de los ángeles, ¿cómo hemos de tratar a quienes todavía no han discernido las señales de los tiempos? La única respuesta promisoria es devolver bien por mal, y nunca cansarnos de desempeñar ese difícil papel.

Los nuevos billetes de Euro en Cabra digital

El Banco Central Europeo (BCE) nos comunicó a comienzos de noviembre que se iba a lanzar una nueva serie de billetes de euro. Esta nueva serie, que resultará la primera desde que se introdujo la moneda en circulación, se caracterizará porque llevará en marca de agua y en holograma a Europa, la hija de Agenor, la raptada por Zeus, la esposa del rey de Creta. Con esto, resulta irónico que, después de la situación económica de Grecia, ésta aporte uno de sus mitos para aparecer en los billetes europeos, aunque se trate de la propia Europa.
No puedo evitar pensar que el BCE le envía subrepticiamente un mensaje a Grecia, adornándolo mediante el barniz de la cultura griega; es decir, la aparición del personaje mitológico de Europa en estos billetes parece un cumplido, aunque resulte un reproche. En vista del empeoramiento de las previsiones económicas de Grecia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los ministros de finanzas europeos están considerando rehacer su programa de «ayudas», porque se dice que Grecia ha cumplido y porque Alemania tiene interés en ello.
Es obvio que las personas encargadas de llevar a cabo la renovación del papel de pago –y seguramente las que planean el nuevo tipo de ayuda– no leyeron el poema que Günter Grass dedicó al país helénico:
País condenado a ser pobre, cuya riqueza
adorna cuidados museos: botín por ti vigilado.
Maldecirán los dioses a coro lo que te pertenece, pero sin tu permiso no se podrá expropiar el Olimpo.
Sin ese país te marchitarás, Europa, privada del espíritu que un día te concibió.
Pero esta nueva serie, y la renovación que implica, no entrañan que vayamos a tener más dinero ni que su valor sea superior a los que ahora están en circulación, por lo que esperemos que nos quedemos como estamos, aunque el dinero tenga un aspecto diferente. Y es que lo decía la copla, respecto a los billetes verdes… y hoy de cualquier color:
De todo son solución…
Si no fueran tan escasos,
qué bien estaría yo.

Un error de redacción publicitaria en Cabra digital

Una marca de tampones para la higiene femenina lanzó una campaña publicitaria en la que invitaban a lo siguiente: «¡Tómate una foto con los nuevos tampones estilos con aplicador largo y gana un iPad… pasa la voz, tu foto debe tener mucho estilo!»; en efecto, una vez leído, nos preguntamos qué atrevimiento es este de solicitar una foto con ese producto y, si profundizamos, ¿cómo ha de aparecer el tampón? ¿En la caja, en la mano, en el lugar en el que se utiliza? Después de un revuelo de día y medio, la empresa comercial retiró la campaña disculpándose por esta propuesta que denominó «error de redacción».
Aún conservo un anuncio en el que se ofrecía un puesto de vendedora en un local comercial, con los requisitos de tener treinta años de edad y veinte o más de experiencia; en este caso, también estamos ante otro «error de redacción», que es el modo de llamar eufemísticamente a una gran falta de sentido común. Es probable que, en ambos casos, hayan partido de una idea llamativa sobre la que no perfilaron los detalles, dando lugar a un malentendido o a un anuncio poco claro. La marca de tampones conocía muy bien que la publicidad forma parte del marketing, pero olvidó que se diferencia de otras técnicas comerciales en la difusión de mensajes  mediante los medios de comunicación social, buscando una sola respuesta desde sus anuncios: la compra del producto.
Antonio Ferraz Martínez en su obra El lenguaje de la publicidad afirma que «el lenguaje publicitario es persuasivo», ya que pretende implicar a quienes va dirigido el producto en su atención y en su conducta, en especial induciéndolo mediante valores connotativos y recursos retóricos. En este sentido, este mensaje es correcto, ya que el principal uso lingüístico para implicar  al público es la oración imperativa (¡Tómate una foto!); sin embargo, por lo extraño de esa propuesta y, por consiguiente, del significado del mensaje, hemos de concluir que es una mala publicidad, pues consigue el fin contrario al deseado. Es decir, nadie compró los tampones para hacerse una fotografía con ellos… se sacaran, o no, de la caja.

Turistas, turistas. Artículo en Cabra digital

No me cabe duda de que el turismo aporta beneficio económico al lugar de residencia. Y, si lo unimos a la religión o tradición, hay más provecho del imaginado; pues el peregrino y el visitante acuden a los templos, adquieren recordatorios, cuadros o reliquias, y también asisten a los bares y lugares donde concurrir. Basta con ir a cualquier pueblo de Italia para entender cómo se conjuga perfectamente el turismo religioso con el histórico, artístico, etc.
El único problema es la calidad o la personalidad de los turistas. Mark Twain decía que había descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él, y eso me pasa a mí cuando soy turista. Precisamente, a mis ojos de occidental, son los japoneses de los más irrespetuosos; pues les da igual estar delante de una heladería o de la Piedad de Miguel Ángel en el Vaticano; los he visto en ambos escenarios –por denominarlos de alguna manera– haciendo el símbolo de la victoria o sacando la lengua hasta que el flash les devora. Sin duda, Miguel de Cervantes no pensó en ellos cuando escribió aquello de que«andar tierras y comunicarse con diversa gente hace a los hombres discretos». Eso sí, son bastantes generosos para las compras, pero a qué precio; y digo esto, porque, en el afán de impulsar el turismo de nuestra región, quisiera dejar la reflexión de que, si lo viviéramos en lo nuestro cercano, hasta qué punto nos parecería adecuado que los prodigados orientales se retrataran haciendo algún mal gesto delante de nuestra Virgen de la Sierra.
Cambiando de tercio, en el caso de mis compatriotas españoles, intento evitarlos en el extranjero, en especial a quienes desprecian o minusvaloran lo que tienen delante: son aquellas personas que en el autobús anuncian en voz alta con tono de listillo –como si el que hiciera lo contrario fuera un pringado– que nada más se bajen se meten en el bar y no salen de allí hasta la hora de irse; son aquellos tipos que uno no entiende por qué viajan y por qué uno tiene la mala suerte de compartir con ellos alguna excursión. Por ejemplo, y recurro a la experiencia nuevamente, nunca olvidaré al que, delante del reloj de Praga al sonar el mediodía, comentó: «¿Y tanto relojito pa’ esto?», seguido por un «Y que lo digas», de uno de sus colegas. Viajar para ver, ver para creer.