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SIEMPRE ES DEMASIADO DE MARICRUZ GARRIDO
Manuel Guerrero Cabrera
Maricruz GARRIDO LINARES (2019): Siempre es demasiado. Ánfora Nova, 70 pp.
El pensamiento, vida y obra de María Zambrano (Vélez-Málaga, 1904 – Madrid, 1991) han sido motivo de interés para los estudios contemporáneos; citemos como ejemplos recientes el estudio de Juana Castro en Editorial Sabina de 2016 o la edición de Javier Sánchez Menéndez de sus poemas en La isla de Siltolá de 2018. La escritora Maricruz Garrido Linares (Priego de Córdoba, 1958) realiza su aportación de manera creativa con Siempre es demasiado: poemas basados en sus aspectos filosóficos y vitales, recreando el espíritu de la autora malagueña. Garrido, que tiene una dilatada trayectoria poética y cultural (fue responsable del Aula de Literatura de Priego durante una década), vuelve a la poesía después de Festum (2017), un canto a la cultura latina en la localidad de Almedinilla, y del corte social de Café pendiente (2015).
Hallamos tres posibles tipos de poemas en Siempre es demasiado. El primero lo conforman aquellos en los que se reconstruye su personalidad e inquietud, versos en los que Garrido consigue acercarnos a la agitación personal de Zambrano:
La noche es mi refugio, mi noche inacabada
y la brisa nocturna, evoca en mi memoria
el hogar natural, la infancia desterrada,
la sed de eternidad, del duermevela oculto,
mas ando desmembrada, como brújula
que no encuentra su norte, huida de la nada.
Ser ella misma, deberse a ella misma, inventar una utopía… son algunos de los motivos con los que Maricruz Garrido ha escrito algunos de este primer tipo de poemas.
Un segundo grupo trata de reconstruir el pensamiento de María Zambrano, o inspirarse en él, para ser más preciso; como entender la razón como aurora, o cuando dice ser «ciudadana del mundo» o «peregrina de todo», o cuando habla sobre la palabra:
No sé si soy yo misma o es otra yo, que me acompaña
en este arduo viaje de peregrinaje oculto
para tratar de salvarme a través
de esta palabra libre que elevo a lo imposible.
El tercer grupo, el que más está presente en el poemario y que resulta el más interesante, es el que se inspira en aspectos vitales, como aquellos en los que aparece Araceli, la hermana de María:
Yo sé que estás ahí,
pues cada paso mío
se entristece al no verte,
[…] en espera que un día
de nuevo nos despierte
un gato azul burlón
retozando a tu lado.
El exilio y España también se incluyen aquí, en especial, porque Garrido nombra el recorrido de Zambrano por el mundo y las personas que se relacionaron con ella.
Cuba,
tan bella como una luz de tarde,
al igual que Xirau, Valladolid antiguo, o Morelia,
San Nicolás, Michuca, México intenso y profundo.
[…] Salinas fue mi apoyo al tomar frente fijo
y me encontré de nuevo mi corazón sangrando,
apasionado y regio donde siempre habitó.
Maricruz Garrido emplea un estilo intimista generalmente en este poemario, aunque en ocasiones tiende a lo reflexivo mediante el uso del verbo «ser», «vivir» y similares; y opta por imágenes claras y resolutivas. Con todo ello, la escritora prieguense arroja una visión personal con la que reconstruye la figura de María Zambrano, que nos resulta nítida en los versos que cierran este Siempre es demasiado:
Yo sé que siempre he sido viva luz de mí misma,
un canto estremecido, soledad sumergida,
territorio de nadie, mirando en mi pupila
la desnudez del alma.