Un Robespierre sin guillotina en Surdecordoba.com

«Confuso» tiene cuatro acepciones en el Diccionario de la Real Academia (DRAE); en primer lugar, el de «mezclado, revuelto, desconcertado»; en segundo, «oscuro, dudoso»; la tercera acepción es la de «poco perceptible» y, por último, «turbado, temeroso, perplejo». No es mi propósito el de exagerar ni el de ser ecléctico al afirmar que sentí todas aquellas acepciones «revueltas» en mi ánimo, cuando me desayuné la noticia de que Maximilien Robespierre, el político y uno de los líderes de la Revolución francesa, el «Incorruptible», realmente no fue tan cruel. Según un historiador australiano llamado Peter McPhee en una biografía y el escritor español Javier García Sánchez, en una novela, Robespierre era un hombre íntegro que, entre otras cosas, no entendía por qué los republicanos se posicionaban en contra del bien común; también mantuvo una postura contra la violencia, aunque parece que se vio «obligado» a hacer uso de ella, según cuentan… Y es que se le ha culpado de todos los males de aquel momento y se han escrito muchas falacias por haber dado el visto bueno a algunas penas de muerte. En otras palabras, más de doscientos años después de que su cuerpo perdiera la cabeza –y no es una forma de hablar–, podemos afirmar que no fue el lobo tan fiero como se ha pintado hasta ahora, por lo que quizá sea conveniente quitarle la piel, la etiqueta o la responsabilidad de haber perseguido a miles de almas y de haber acabado con miles de vidas, resultando preferible conocerlo mejor por su faceta de «Defensor del pueblo», en el inicio de su carrera de jurista. Después de asimilar todo esto, ¿quién no estaría desconcertado o perplejo? E igual pasaría si dentro de doscientos años el planeta se merienda que Hitler o Stalin no fueron tan despiadados… Y es que vivimos en un mundo en el que no se tiene otra intención que confundirnos, pues imaginar a Robespierre sin guillotina es como decir que en el portal de Belén no hubo buey ni mula, diga lo que diga el Papa.

En los Versos en plenilunio de Jerez junto con Jesús Cárdenas

Domingo Faílde, Dolors Alberola y su grupo cultural nos acogieron ayer en el Café Damajuana. Domingo leyó nuestras trayectorias y, después, pasamos a la lectura en una fría, aunque bella, noche.

Información en: http://elcallejondelgato2006.blogspot.com.es/2012/11/lectura-poetica-de-jesus-cardenas-y.html

Los nuevos billetes de Euro en Cabra digital

El Banco Central Europeo (BCE) nos comunicó a comienzos de noviembre que se iba a lanzar una nueva serie de billetes de euro. Esta nueva serie, que resultará la primera desde que se introdujo la moneda en circulación, se caracterizará porque llevará en marca de agua y en holograma a Europa, la hija de Agenor, la raptada por Zeus, la esposa del rey de Creta. Con esto, resulta irónico que, después de la situación económica de Grecia, ésta aporte uno de sus mitos para aparecer en los billetes europeos, aunque se trate de la propia Europa.
No puedo evitar pensar que el BCE le envía subrepticiamente un mensaje a Grecia, adornándolo mediante el barniz de la cultura griega; es decir, la aparición del personaje mitológico de Europa en estos billetes parece un cumplido, aunque resulte un reproche. En vista del empeoramiento de las previsiones económicas de Grecia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los ministros de finanzas europeos están considerando rehacer su programa de «ayudas», porque se dice que Grecia ha cumplido y porque Alemania tiene interés en ello.
Es obvio que las personas encargadas de llevar a cabo la renovación del papel de pago –y seguramente las que planean el nuevo tipo de ayuda– no leyeron el poema que Günter Grass dedicó al país helénico:
País condenado a ser pobre, cuya riqueza
adorna cuidados museos: botín por ti vigilado.
Maldecirán los dioses a coro lo que te pertenece, pero sin tu permiso no se podrá expropiar el Olimpo.
Sin ese país te marchitarás, Europa, privada del espíritu que un día te concibió.
Pero esta nueva serie, y la renovación que implica, no entrañan que vayamos a tener más dinero ni que su valor sea superior a los que ahora están en circulación, por lo que esperemos que nos quedemos como estamos, aunque el dinero tenga un aspecto diferente. Y es que lo decía la copla, respecto a los billetes verdes… y hoy de cualquier color:
De todo son solución…
Si no fueran tan escasos,
qué bien estaría yo.