El desnudo y la tormenta

http://www.youtube.com/watch?v=yXgXz_X2nYQ
El sábado 18 de abril de 2009 se presentó en la Biblioteca Pública de Lucena el poemario El desnudo y la tormenta de Manuel Guerrero Cabrera. El acto, que contó con numeroso público, tuvo dos partes: en la primera intervinieron Lara Cantizani, que habló del programa por el Día del Libro en Lucena, Mª Jesús Soler Arteaga, que prologó el libro e introdujo a los asistentes algunos aspectos de esta obra poética, y el autor, Manuel Guerrero, que indicó algunas influencias y motivos de su poesía y dio paso al recital.

Recital:

 

Entrevista al autor en Videoluc:

María Rosal nos conjura. Reseña en Groenlandia

MARÍA ROSAL NOS CONJURA.
(c) Manuel Guerrero Cabrera
Publicado en Groenlandia, 4, 2009.
María ROSAL, Conjuros y otras brujerías. Madrid, Hiperión, 2007.
Ramón Gómez de la Serna decía que «cuando oigo que un niño se ha perdido, siempre pienso que ese niño soy yo». Ramón indicaba así que la adultez es un estadio del ser humano en el que se han dejado atrás muchas cosas: ilusión, imaginación, juego, inocencia, etc. Como adultos, ¿qué podemos esperar de un poemario con versos para niños…? Perdón, «para niños de todas las edades». Lejos de aburrirnos, de creer que es algo sin valor o sin interés, descubrimos que María Rosal nos ha echado un conjuro, pero no se trata de uno terrible, sino de uno magnífico. Los poemas de Conjuros y otras brujerías son un conjunto de originalidad, sencillez, diversión y literatura que nos marca y que nos hace encontrarnos con el niño que, para alegría de Ramón, podemos encontrar en cada uno.
            Desde el primer poema tenemos un compromiso. Hemos abierto un libro de brujería y, por ello, no podemos ir compartiéndolos sin provecho:
Estos conjuros guarda con celo. Nadie lo sepa.
Sólo tú y yo.
Esto es todo un compromiso. Como lector, debemos practicar (leer y releer) los conjuros (para enamorar, para aprobar un examen, para convertir un sapo en príncipe y viceversa…) y los poemas ilustrativos de tipos de brujas, sus medios de transporte, cómo son las brujas modernas…
Las brujas de ahora no son las de antes;
son unas señoras. Maridos galantes
les abren las puertas, la cuenta corriente.
Su fórmula mágica llevan en la mente:
son las cuatro cifras que abren la llave
de la supervisa. Ahí está la clave.
Si aquí el verso es largo y vivo de ritmo, los versos cortos son intensos y llenos de fuerza. Esto se observa en la genial historia del vampiro enamorado:
¡Pobre vampiro!
Ha cambiado la sangre
por los suspiros.
[…]
el vampiro a su novia
besa en la boca
y le cambian los labios
del rojo al rosa.
La estrofa final de cada poema contiene detalles humorísticos, que hacen al lector sonreír tras cada conjuro. Esto, además, ocurre con el libro en su totalidad, cuando llegamos al final: «Conjuro para dejar de hacer conjuros».
            No puedo acabar sin aludir a que Jack Mircala es el autor de las ilustraciones del volumen, haciéndolo más atractivo a la vista y estando perfectamente conectado con los conjuros. Esa unión hace que incluso una vez hemos dejado «de hacer conjuros» sigamos sintiendo al niño que tenemos dentro. Éste es el gran conjuro que nos ha hecho María Rosal.