Itimad. 20 años de cultura y amistad

La Asociación artístico-literaria Itimad ha publicado el libro conmemorativo por los 20 años de existencia: Itimad. 20 años de cultura y amistad. En ella participo con algunos de los poemas que han aparecido en las páginas de Aldaba, la revista que editan: «Ensueño», «Desaparecerá la tierra», «Olvidos», «Esta odiosa sensación» y «El cielo es azul».

¡Enhorabuena a Itimad y a cumplir más años!

 

Apuntes para una historia artística de Estrellita Castro. 1: El comienzo. En Aldaba

APUNTES PARA UNA HISTORIA ARTÍSTICA DE ESTRELLITA CASTRO. 1: 1921, EL COMIENZO

(c) Manuel Guerrero Cabrera

Aún sobrevive en la memoria colectiva la gracia y el nombre de Estrellita Castro (Sevilla, 26 de junio de 1908 ― Madrid, 10 de julio de 1983). Mi jaca o María de la O son canciones relacionadas con ella que se siguen interpretando o versionando. A las páginas de Aldaba traemos algunos datos extraídos de la hemeroteca histórica para precisar la información sobre la artista sevillana que se ha ido alterando por el devenir del tiempo y ha dado lugar a diferentes versiones de un mismo suceso.

Antes de escribir sobre ello, nos detenemos en una de las referencias más atrás (probablemente la que más) en el tiempo sobre la artista. La encontramos en El noticiero sevillano del 21 de abril de 1921, en el reportaje sobre la Feria, en el que aparecen citadas «las niñas de Manolito Real», el bailaor de flamenco que tenía una academia en la ciudad. En este reportaje leemos:

Y aquí vienen nombres de las demás [niñas de Realito], que han significado una brillante nota de animación y arte: «Trío A.B.C.», Anita Guerra, Rosarito Moreno, hermanas Iris, Paquita Real, Lola Mateos y la «Estrellita».

Es cierto que no decimos nada nuevo con que Estrellita Castro formase parte de los espectáculos de Realito en las ferias. Sin embargo, he aquí la que probablemente sea la primera referencia sobre ella en periódicos, lo que siempre ha de destacarse.

De mayor valor es la desconocidísima fotografía que hemos hallado en La semana gráfica en junio de 1921, en la que posa la niña Estrellita, con 12 años de edad, como alumna de la mencionada escuela de Realito. Curiosamente, luce el mismo peinado que otras alumnas, quizás intencionadamente para el reportaje, y nos da idea de lo que veían los espectadores cuando actuaba aquella chiquilla. De nuevo, hemos encontrado la fotografía de Estrellita con mayor antigüedad en la prensa.

La primera vez que la niña se subió a un escenario como artista fue en un evento benéfico organizado por el Club Sánchez Mejías, a la que asistió el torero. Ella misma refirió que lo había organizado el torero en varias ocasiones, como en las publicaciones Mi vida o Biografías del cinema. Una hora con Estrellita Castro, incluso en reportajes televisivos, pero no fue así, pues, según la prensa, la organización corrió a cargo del citado club. El acto tuvo lugar en el Salón Imperial de la calle Sierpes, el lunes 6 de junio de 1921, fecha que hasta ahora se desconocía o no se había mencionado en ninguna publicación.

El día 3 de junio, en El noticiero sevillano, se adelantó el programa del evento en el que se lee: «presentación de la cantante de aires regionales Estrellita»; y el día 7, en ese mismo periódico, hallamos la primera reseña sobre la jovencísima artista:

La precoz cantante de aires regionales Estrellita, que a pesar de su corta edad lleva obtenidos numerosos éxitos, interpretó varias canciones, escuchando nutridas ovaciones y viéndose precisada a cantar varios números fuera de programa.

A diferencia de lo que se indica en algunas biografías y libros sobre copla, Estrellita no pudo ser contratada de inmediato en el Salón Imperial después de esta actuación, porque el local terminó la temporada el viernes de esa semana (información que se menciona en esa misma noticia del día 7) y porque la hallamos en Llerena (Badajoz) unas semanas después, aún simplemente como «Estrellita». De igual modo, con esta nota de El noticiero sevillano queda claro que este acto no fue un concurso de saetas que presenció Sánchez Mejías, como se afirma, por ejemplo, en la web de la Real Academia de Historia.

Cerramos estos primeros apuntes con la siguiente actuación importante de la artista. Sucedió en el Salón Novedades de Sevilla, situado en La Campana, en diciembre de 1921 y por primera vez apareció su apellido de esta manera: «Estrellita de Castro». Así lo encontramos en la revista Eco Artístico, del 30 de diciembre, que refiere que es ovacionada todas las noches dentro del variado cartel de variedades.

Un aspecto a aclarar es lo relativo a la moneda de oro que Sánchez Mejías había entregado a Estrellita tras verla actuar. Esto solamente pudo ocurrir en el Salón Imperial, en el evento que se le dedicó al diestro, y no en el Novedades, como escribió Manuel Román en Memoria de la copla; pues el torero se hallaba en México en aquel diciembre de 1921.

Esta actuación en el Novedades debió de provocar la prohibición de que la artista cantara debido a su corta edad, por lo que hasta 1924 la encontramos en localidades del sur de España y del Marruecos español, como Ceuta, Málaga, Cádiz, Alcazarquivir, etc.

El cielo es azul. Poema en Aldaba

En la revista literaria Aldaba, de la Asociación Itimad de Sevilla, ha aparecido este poema de La ciencia de estar contigo:

EL CIELO ES AZUL

(c) Manuel Guerrero Cabrera

Primero te dijeron que el cielo se pintó
de azul con el plumaje divino de los ángeles.
Algo después supiste que era cosa del sol
y de ciertas moléculas dispersas por el aire.
Por fin sabes que todo es mentira, el soneto
escrito por los dos hermanos Argensola,
ni pintura divina ni aéreas moléculas.
El cielo es azul porque del color de tus ojos
se apropió el firmamento, antes de que nacieras;
de la misma materia de la que se componen
estrellas y planetas, a los que el amor mueve,
como mueve los sueños.

 

Ensueño. Poema en la revista Aldaba

En el número 45 de la revista Aldaba aparece el poema Ensueño, escrito a partir de una fotografía de Antonio María García Rojas.

 

Ensueño_Aldaba

 

 

ENSUEÑO

(C)Manuel Guerrero Cabrera

 

 

A Antonio María García, con el mismo afán,
el mismo árbol, en la fotografía.

 

 

Háblame de las sendas por las que eleva el vuelo

nuestra mirada. Háblame

                                         de la plata en las lágrimas

 

que en la sien se secó tan silenciosamente,

también de cómo toca el cielo el alto brazo

del campanario. Hazlo

                                         de callada manera,

 

como un conjuro oculto para vencer por siempre

toda fugacidad, para que se conserve

en el alma el ensueño

                                         de tus ojos. A nuestro

lado un árbol tan sólo alcanza las estrellas.

 

 

El tigre impar de Lara Cantizani. En Aldaba

EL TIGRE IMPAR DE LARA CANTIZANI

(c) Manuel Guerrero Cabrera

Artículo publicado en la revista Aldaba, nº 42, pp. 63-65.

Aquí y ahora

tus labios en mis labios

parecen haikus.

En febrero de este año, fallecía en su Lucena natal, una de las personas más vitales y optimistas de la poesía. El poeta Lara Cantizani (1969–2020) llevaba luchando desde 2018 contra el cáncer, no sólo física sino también literariamente, con la publicación de Haikus del buen amor, cuya venta está destinada a la lucha contra esta enfermedad. Es el arraigo de la forma poética del haiku uno de los mayores logros literarios de Lara Cantizani, cuya trayectoria comenzó en los años 90, además de distintos premios, como el Ciudad de Burgos o el Mario López. Sigue leyendo

Esta odiosa sensación. Poema de La ciencia de estar contigo

Recientemente se ha publicado en el número 41 de la revista Aldaba el poema «Esta odiosa sensación» de La ciencia de estar contigo. Un buen motivo para publicarlo aquí.

ESTA ODIOSA SENSACIÓN

(c) Manuel Guerrero Cabrera

 

Nunca termina nada.
DOCTOR MANHATTAN

 

La odiosa sensación de estar sin ti

es un reloj preciso, parado para dos

amantes, cuya sombra arrastraron los pájaros

vigilantes del miedo.

El instante perpetuo, la eternidad fugaz…

Nunca termina nada.

 

El momento del beso siempre está sucediendo,

igual que la voz tenue que sobre el oscuro eco

llega de los astros.

 

Una fotografía

 

de lo ido y lo perdido.

 

Vivo bajo los párpados

 

un destello alentado.

 

La silueta del tiempo

 

convertida en dos amantes.

 

Nunca termina nada.

 

El abrazo negado jamás, jamás se da.

 

Amarte es detener los relojes. Amarte

es la constante en la que nunca cesas.

 

De La ciencia de estar contigo (Diputación de Cádiz, Ayto. de Bornos, 2018)

Desaparecerá la tierra. Poema en Aldaba 39

DESAPARECERÁ LA TIERRA…

Manuel Guerrero Cabrera

 

Desaparecerá la Tierra cuando cierres

los ojos y tus párpados serán un crespón fúnebre.

Todo fenecerá, todo cuanto hay en ella,

desde los olivares de estrella de aceituna

o el deseo de amar cenizas del estío,

hasta la calle tierna donde está tu ventana

o la tecnología fútil de ingenio humano.

Tu nombre en Internet, las canciones ruidosas,

el piano del amante, la cena que enamora,

Saturno y sus anillos, el único de Sauron,

Darth Vader y su imperio, las pléyades del árabe,

la estrella comunista, monarquías, repúblicas.

Nada valdrá la pena cuando cierres los ojos.

 

Este poema ha aparecido en el nº 39 de Aldaba.

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Olvidos. Poema en Aldaba 37

Aparece en el nº 37 de la revista Aldaba de la Asociación artístico-literaria Itimad de Sevilla un poema de mi autoría titulado Olvidos. Se publica con un par de errores de edición (las últimas palabras de los versos han caído al comienzo de la línea siguiente, por lo que lo copio en texto):

OLVIDOS
(c) Manuel Guerrero Cabrera

Se me olvidan las cosas simples o cotidianas,
aquellas que no tienen importancia.
Nunca recuerdo si he apagado la plancha
o si he sacado el tupper
de mi soledad del congelador.
No es lo mismo, lo sé,
que devolver una llamada en el trabajo
o recoger a tus sobrinos del cole.
Es diferente, como desenchufar
por las mañanas el móvil al que no llamas
con la carga completa de tu indiferencia.
Se me olvidan las cosas simples como
colocar un cubierto menos en nuestra mesa
o comer más rabillos de pasas, simplemente
para acordarme de que ya no estás.

 

aldaba_37