Catorce puntos. Artículo en Surdecordoba.com

http://www.surdecordoba.com/opiniones/manuel-guerrero-cabrera/catorce-puntos

A veces tengo la sensación de que quienes se dedican a la política se ríen de todas las personas que les votamos, y de las que no. ¿A quién votaste? ¿A quién piensas votar? ¿A qué partido no votarás? Da igual. La pregunta es la misma: ¿nos toman el pelo? La que puede ser la última tomadura es el pacto por la educación, algo que pretenden resumir en catorce puntos o, mejor dicho, trece más uno, porque la religión es uno de ellos, pero parece que tiene que tratarse aparte. Mientras tanto, mientras intentan ganarse el sueldo para ponerse de acuerdo (no por hacer su trabajo que es elaborar una ley de Educación estable y sin politicadas), las administraciones educativas exigen programaciones, indicadores de logro, competencias y demás cosas necesarias para la enseñanza que se reflejan en centenares y centenares de páginas por asignatura, miles por cada centro. Pero, oiga, de todo esto resulta que al final lo importante son solamente dos folios con catorce puntos, trece más uno, porque la religión va a ser la que ocupará portadas de periódicos, la que aparecerá en grande en los medios digitales, de la que nos hablarán por las redes sociales, Whatsapp y Telegram, hasta será de la única por la que los partidos –en su favor o en su contra– nos pedirán que nos movilicemos. En los otros trece puntos se pondrán de acuerdo probablemente, sin consultas a expertos, sin preguntar a la comunidad educativa, porque estarán trabajando para la Educación sin contar con enseñantes, ni con educadores ni educadoras. Pero es verdad que, si los principales partidos se ponen de acuerdo y que en las próximas legislaturas no hallamos en los programas electorales la derogación de la ley pactada, es todo un avance; eso significaría que ninguno de los cuatro partidos de mayor representación se mantiene en sus trece más uno, que se alcanza un pacto útil por el bien del país y que, quizá, no se ríen de nosotros después de todo.

 

De usar y tirar. Artículo en Lucenahoy

http://www.lucenahoy.com/blog/manuel-guerrero/de-usar-y-tirar/20171121013117049909.html

Aunque el tipo, con su ruidoso, reluciente y rojo coche, vio que iba a cruzar por un paso de peatones con mi hija… no se paró. Tuve que poner el brazo delante de ella para que detuviese el paso y esperara a que pasara el vehículo. Le agradecí a gritos que no se hubiera parado, captando la atención de los pocos transeúntes, y proseguimos nuestra marcha. El conductor era joven, de aproximadamente veinte años, acompañado por otro en el asiento del copiloto, o sea, cuatro ojos tan ciegos como la ambición. Esto sucedió en el Llanete de los Dolores, junto a la zona de juegos, pues, en cuestión de columpios y toboganes, mi hija prefiere los que hay allí, y yo también, porque hasta el momento no se han convertido en un trasunto del camarote de los Hermanos Marx de la infancia. Yo he visto en el Coso casi una decena de infantes balanceándose en la rueda del columpio y tirarse por los toboganes de tan céntrico paseo hasta a cuatro a la vez, lo que no me parece ni deja de parecerme bien, pues lo importante es que disfruten esos locos bajitos. Lo que me parece mal, en toda circunstancia, es la poca consideración de jóvenes como los del coche anterior o, también, la suciedad que se genera de noche, casi de manera sistemática, las de los viernes y sábados: cáscaras de pipas, bolsas, latas, botellas de plástico, papeles de hamburguesas, bocatas, etc. No es culpa del servicio de limpieza del ayuntamiento, sino de quienes lo ensucian. Pero, si de la muchedumbre se salvan los columpios del Llanete de los Dolores, no ocurre así con la basura… Lo más triste es que la papelera se encuentra a unos pasos, y detrás de ella hay contenedores de todo tipo; sin embargo, todo queda, preferentemente, dentro de la zona de juego. A riesgo de caer en tópicos y prejuicios, madres y padres coincidíamos en que la autoría era de adolescentes, con más o menos edad. El papel de la comida delataba que esta era de las llamadas rápidas: bocata, hamburguesa, kebab… Parece que todo se ha convertido en algo de usar y tirar, como los plásticos, pipas y envoltorios que adornaban la zona de juegos tras haber ingerido el alimento, como el supuesto de que en un paso de cebra hay que dejar pasar al peatón tras haber conseguido el carné de conducir… No deja de ser una gran papelera la zona infantil para quienes ensucian, como para el conductor los pasos de cebra no deber ser nada más que rayas pintadas en el suelo. Sórdida, oscura y negra manera de apreciar la vida.

Entrevista en Sexto Continente sobre Al compás literario del tango

En Sexto Continente me entrevistan. Aquí puede leerse:

http://www.sextocontinente.info/2017/11/al-compas-literario-del-tango-de-manuel.html

Llega a las librerías de toda España el libro «Al compás literario del Tango», de Manuel Guerrero Cabrera (Editorial Cuadernos del Laberinto. 2017. Madrid) en donde se recogen seis estudios en los que se habla de la poesía de Rubén Darío en las letras de Enrique Cadícamo, de las milonguitas, de las parodias de textos literarios convertidas en tangos, de Mi noche triste (considerado el primer tango-canción), de Discépolo y de Homero Expósito, entre otros asuntos. Junto a estos seis ensayos se publican cinco breves artículos sobre la relación del tango con Federico García Lorca, Horacio Ferrer u Horacio Salgán, entre otros nombres. 

Hemos podido charlar con el autor, el andaluz Manuel Guerrero Cabrera (Lucena, 1980) quien de primera mano nos explica el proceso de trabajo y las peculiaridades de este ensayo profundo y ameno.

Este lunes, 6 de noviembre, llega a las librerías de toda España su nuevo libro titulado Al compás literario del tango, que recopila seis estudios en los que se habla de la poesía de Rubén Darío en las letras de Enrique Cadícamo, de las milonguitas, de las parodias de textos literarios convertidas en tangos, de Mi noche triste (considerado el primer tango-canción), de Discépolo y de Homero Expósito, entre otros asuntos. Junto a estos seis ensayos se publican cinco breves artículos sobre la relación del tango con Federico García Lorca, Horacio Ferrer u Horacio Salgán, entre otros nombres. ¿Cuál es la idea principal que quiere transmitir con la publicación de este libro?

Cada estudio del libro transmite una idea distinta, así, por ejemplo, en el de Darío y Cadícamo indico que el Modernismo pervive en algunas letras del tango, o en el de las milonguitas refiero cómo estas mujeres evolucionan desde las letras que las desdeñan moralmente por haber decidido por propia voluntad abandonar el núcleo familiar y llevar una vida nocturna en casas de baile o cabarets (en tangos como Flor de fango o Ivette) hasta que logra la admiración (Malena) pasando por la literatura (Griseta) y la realidad de la miseria (Santa Milonguita). No obstante, el conjunto puede presentar una idea firme de que en las letras de tango hay elementos claramente literarios y de que esta música popular no prescinde lo culto.

Anteriormente ya había profundizado en el tango con Tango. Bailando con la literatura (Moreno Mejías, 2009) ¿Cómo surgió esta fascinación por esta música? 

Allá por 1999, con motivo de escribirle en una carta (entonces aún escribíamos cartas) mis gustos musicales, una chica me recomendó que escuchara a Carlos Gardel, porque podría gustarme. Y acertó. En aquellos años no era tan sencillo conseguir la música que querías, salvo que la compraras o alguien de tu entorno lo hiciera, así que me compré un disco compacto recopilatorio de los llamados de serie media en Córdoba –donde residía como universitario. Recuerdo que la primera vez que escuché Cuesta abajoEl día que me quieras o Caminito en la voz de Gardel, encontré en estos tangos evocaciones modernistas. Y desde entonces me aficioné a escucharlo, tanto es así que en un par de exámenes, al fallarme la memoria sobre el contenido de ciertos poetas de influencia modernista, escribí sobre las letras de tango. Aprobé, por cierto.

El prólogo de Al compás literario del tango está escrito por Ariel Carrizo Pacheco, compositor y experto en tango y discípulo de don Enrique Cadícamo ¿Cómo se conocieron?

 A Ariel le estoy muy agradecido de que haya firmado este fantástico prólogo a mi modesta obra, por ser una persona con sabiduría e importancia dentro del mundo del tango; además, contar con una persona que estuvo tan vinculada a don Enrique Cadícamo, uno de los grandes autores del tango, me ha dado confianza. En verdad, Ariel y yo nos pusimos en contacto mediante Facebook hace unos cinco años y, desde entonces, hemos compartido impresiones sobre nuestros artículos y el tango; espero conocerlo en persona en cuanto la fortuna me permita visitar Argentina de nuevo.

A lo largo del libro aparecen datos curiosísimos sobre la relación del tango y la literatura, por ejemplo como el primero plagiaba literalmente los poemas de Rubén Darío; o bien el tema de las milonguitas o la imagen femenina tan negativa en sus letras. Logra, en todo el ensayo, que el lector encuentre los textos amenísimos con la gran riqueza de anécdotas y datos que aporta. ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

 Muchas gracias por las palabras acerca de mis escritos. Para Tango. Bailando con la literatura, mi libro anterior de esta temática, conseguí localizar y verificar un buen número de fuentes fiables, porque sobre tango hay muchos libros y aún más artículos en Internet que copian literal o casi literalmente lo que otros autores ya habían escrito, apropiándose de ello sin más, al no citar ninguna referencia; así que para Al compás literario del tango ha sido más sencillo la búsqueda de la información. En mi último viaje a Argentina y a Uruguay, me hice con un buen surtido de libros que no lograba encontrar en España (incluida una joyita como la primera edición de El tango: su historia y evolución de Horacio Ferrer publicada en la editorial Peña Lillo) y algunos más recientes los pude conseguir por Internet.

Además es usted poeta y dirige un programa de literatura en la radio y participa en revistas. ¿Es la literatura su gran pasión?

 Nunca me he planteado si es mi gran pasión, porque tengo varias y la literatura es una de ellas.

¿Cómo fue su encuentro con Buenos Aires? 

El primero fue en julio de 2007. Allí era invierno, la ciudad estaba envuelta en una densa niebla, pero por lo general y, pese a las advertencias de amistades argentinas, la ciudad fue acogedora y siempre dábamos con alguien cuyo abuelo, abuela, padre o madre habían sido españoles. Un amigo tanguero (Ángel Mario Herreros, al que saludo desde estas líneas) me llevó a sitios emblemáticos del tango (Café de los Angelitos, el barrio de Pompeya, el Viejo Almacén…) o de la ciudad (Los 36 billares, Café Tortoni…) y a varias milongas, me explicaba los códigos, me contaba anécdotas e íbamos a escuchar a orquestas típicas. En la ciudad el tango está muy presente y forma parte de su atractivo, tanto para el turismo como para cualquier persona de allí. Y luego me fascinaron las librerías de la calle Corrientes, a las que dedicaba horas y horas perdido en sus pasillos y estanterías. La segunda vez que fui, le dediqué una semana a Montevideo, porque el tango no es exclusivo de Buenos Aires, sino que pertenece al Río de la Plata; es más, en Montevideo se estrenó en 1916 (quizá antes, pero se acepta esta fecha) La cumparsita, el tango más conocido, más difundido y más grabado; Montevideo es una ciudad muy amable, menos agresiva en el turismo, con muchas librerías de segunda mano llenas de volúmenes del siglo XIX (a muy buen precio para un español), y con una comida excelente.

¿Qué posee el tango que no tiene otro tipo de música?

Quizá, uno de los factores que le diferencien de otros estilos musicales es su voluntad de pervivencia, de adaptarse a los tiempos y las historias que le rodean más allá de lo propiamente musical. Sus orígenes están llenos de mitos, como un supuesto origen africano o prostibulario, que lo hace exótico o atractivo, pero, si escuchamos las grabaciones más antiguas de tango (primeros años del siglo XX), nos recuerda más al cuplé y a la música europea de unas décadas antes. Sin duda, fue popular, del pueblo, conquistó a las clases sociales acomodadas y se difundió sin fronteras por todo el mundo. Con el tango-canción –y poco después con el fin de la Guardia Vieja y el comienzo de la Nueva–, el tango se renovó y aparecieron letras cada vez más cuidadas, muchas de las cuales se convirtieron en himnos que difundió como nadie Carlos Gardel, una de las grandes voces del siglo XX y un icono de la música. Más tarde, volvió a actualizarse con el llamado tango de vanguardia, gracias al gran e imprescindible Astor Piazzolla y fue tal su impronta que llegaría a la fusión con otros estilos. El tango también fue perseguido en distintas dictaduras argentinas y sufrió la censura que buscaba eliminar, no solamente el rastro moral del alcohol o el sexo, sino también sus marcas características de expresión formal, por ejemplo, el voseo y el lunfardo. Sin duda, el baile ha ayudado mucho a su difusión y pervivencia: intimidad, confianza y seducción se asocian a él; el público queda deslumbrado ante la danza e, incluso, el cine ha ayudado en divulgar una faceta sensual (pienso en el cine clásico con el baile de Rodolfo Valentino de Los cuatro jinetes del apocalipsis y, en el más moderno, de Al Pacino en Perfume de mujer; aquí valdría como complemento y contraste que en Con faldas y a lo loco el millonario Osgoord se prendara de la Daphne interpretado por Jack Lemmon bailando un tango). Las demás artes han ayudado a hacerlo más conocido, como en los teatros populares en los que se añadía un tango al guion –así triunfó Mi noche triste–, los letristas escribían poesía (Enrique Cadícamo u Homero Expósito, por ejemplo) y los poetas escribían letras (cito a Nira Etchenique o a Jorge Luis Borges), y los novelistas (desde Manuel Puig a Arturo Pérez-Reverte) se han sentido atraídos por el tango. Y no quiero dejar atrás la polémica que siempre ha levantado, como su machismo –aunque esto es algo que comparte con muchos estilos del siglo XX, por ejemplo, el rock– o su capacidad de perversión moral, que llevó, lleno de curiosidad, a algún que otro Papa a contemplar el baile para decidir si le daba su bendición.

Presentación de Al compás literario del tango

lucena_grande

El 17 de noviembre, a las 20 horas en la Casa de los Mora de Lucena (Córdoba) se presentará Al compás literario del tango. 

Intervendrán Manuel Lara Cantizani, concejal de Cultura y de Turismo, María del Mar Morales, concejal de Igualdad, José Manuel Pozo, poeta, y el autor.

La música será interpretada por Alejandro Pérez y habrá exhibición de baile de Ángel y Mari de Cabra.

La venta será donada a la Asociación de Niños y Niñas con necesidades Especiales (ANNES).

Organizan la Delegación de Igualdad, de Turismo y de Cultura de Lucena, Lucena. City of Music, Harmony and Tolerance y la Asociación Cultural Naufragio.

Sobre el libro: http://www.cuadernosdelaberinto.com/Pensamiento/tango_literario.html

La ministra, la directora y el dinosaurio. Artículo en La Opinión de Cabra

http://www.laopiniondecabra.com/ampliar.php?sec=opinion&sub=articulos&art=789

LA MINISTRA, LA DIRECTORA Y EL DINOSAURIO

(c) Manuel Guerrero Cabrera

Leí este verano en El Mundo un artículo de opinión firmado por Luis María Ansón, por quien no suelo interesarme para nada, acerca de Alfonso Guerra. En el texto aludía a una anécdota sobre una ex ministra que había reconocido a una periodista «mordaz» su falta de tiempo para terminar «El dinosaurio» de Augusto Monterroso, el cuento más corto de la literatura, que precisamente había comenzado a leer el anterior fin de semana. Sigue leyendo